De hábitos nocturnos, durante el día las babosas permanecen en cavidades y grietas del suelo, aunque su presencia se delata por rastro brillante que dejan al desplazarse por la superficie. Los caracoles en cambio, pueden permanecer adheridos a las hojas durante el día.
En lotes bajo siembra directa dañan semillas al alimentarse del endosperma y plantas jóvenes de soja en su área foliar y tallos tiernos.
Las hembras una vez fecundadas depositan de 45 a 170 huevos esféricos transparentes y cumplen un ciclo de crecimiento y reproducción al año.